Según un estudio de Oikonomics Consultora Económica, apenas el 27% de los quiteños pidió un crédito en el tercer trimestre de 2025. De ellos, la mayoría lo usó para cubrir necesidades básicas: 32% para alimentos y 23% para educación. Solo un 22% destinó los fondos a actividades productivas.
En Quito, el crédito no es la principal herramienta para invertir, sino que se ha convertido en un salvavidas. Oikonomics Consultora Económica hizo un estudio, entre el 27 de agosto y el 3 de septiembre de 2025, que revela una tendencia clara: la mayoría de quiteños no se endeuda, y quienes sí lo hacen, recurren al crédito para cubrir necesidades básicas como la alimentación o la educación de sus hijos.
Solo el 27% de los encuestados pidió financiamiento en el tercer trimestre del año (entre julio y septiembre), mientras que el 73% no lo hizo. Entre quienes sí solicitaron crédito, el 32% lo destinó a comprar alimentos, el 23% a educación, y el 22% a actividades productivas, principalmente para adquirir maquinaria (11%) o materia prima (11%). Apenas un 10% usó los fondos para vivienda. En otras palabras, el crédito en la capital se usa más para sostener la economía familiar, sobre todo el consumo diario, que para impulsar nuevos proyectos productivos o emprendimientos.
“La deuda se ha vuelto un colchón emocional y financiero: la gente ya no pide crédito para crecer, sino para resistir”, explica David Gutiérrez, analista en temas de consumo. “Eso refleja una economía doméstica frágil, con presupuestos que apenas alcanzan para lo esencial”.
¿Con quién se endeudan los quiteños y cómo lo hacen?
Cuando los quiteños deciden endeudarse, prefieren hacerlo de manera formal. Según Oikonomics, la mitad (48%) recurre a bancos, el 47% a cooperativas y un 5% a mutualistas. En el sistema bancario, Banco Pichincha concentra el 50% de las preferencias, seguido por Produbanco (14%) y Banco Guayaquil (14%).
Entre las cooperativas, la JEP lidera con 23%, seguida de Alianza del Valle (18%) y la Cooperativa de la Policía Nacional (14%).
Esa preferencia por canales formales sugiere que, aunque son pocos los que se endeudan, quienes lo hacen buscan instituciones confiables y reguladas. Sin embargo, el estudio también muestra que la intención de pedir crédito seguirá bajando. Para el cuarto trimestre de 2025 (entre octubre y diciembre), solo 17% de los quiteños planea solicitar financiamiento, lo que marca una tendencia de mayor cautela.
“No es que no necesiten crédito, es que no se atreven”, comenta Luis Cabezas, microempresario del norte de Quito. “Hay miedo a no poder pagar, y los bancos están más exigentes. Muchos preferimos ajustar gastos antes que endeudarnos otra vez”.
¿En qué planean endeudarse los quiteños en los próximos meses?
Entre quienes sí prevén pedir crédito en los próximos meses, las prioridades cambian poco. La educación encabeza las intenciones con 32%, seguida del consumo (26%), el crédito productivo (17%), el comercial (16%) y el inmobiliario (9%).
Es decir, la deuda seguirá respondiendo más a la necesidad de sostener el consumo y, en el mejor de los casos la formación académica, que a inversiones o emprendimientos de largo plazo.
¿Cómo consumen los quiteños?: menos ocio, más necesidades básicas
Casi la mitad de los quiteños (46%) redujo su gasto en alimentos respecto al trimestre anterior, y más del 45% recortó el gasto en restaurantes, entretenimiento y turismo.
La encuesta identifica dos causas principales: el alza de precios (37%) y la inestabilidad política (22%), aunque también se mencionan las dificultades de acceso al crédito y la incertidumbre laboral.
Los gastos esenciales, como alimentos, salud y transporte, se mantienen como los más resistentes y estables. Más del 70% de los encuestados prevé mantener su gasto en alimentos y salud durante el último trimestre del año, mientras todos dijeron que conservarán su nivel de gasto en transporte.
En cambio, los rubros ocasionales, como restaurantes, vestimenta o viajes, seguirán en descenso o, en el mejor de los casos, se mantendrán sin crecimiento.
“El quiteño promedio ahora piensa dos veces antes de salir a comer o comprar ropa. Hay una conciencia de ahorro que antes no existía”, comenta Martha Salazar, socia de una pequeña tienda en el sector de El Inca. “Yo misma lo noto: la gente compra lo justo, ya no lleva antojos”.
¿Qué prefieren comprar los quiteños y dónde?
El gasto en supermercados se mantiene firme. El 61% de los quiteños compra sus productos del hogar en supermercados o hipermercados, frente a 17% que prefiere tiendas de barrio. Las cadenas más frecuentadas son Supermaxi, Tuti y Akí, que concentran cerca del 70% de las preferencias.
Más de la mitad de los consumidores planea mantener su nivel de compra en estos locales, y 35% incluso espera aumentarlo, lo que sugiere que el gasto se concentra cada vez más en alimentos y productos básicos.
Grandes compras y viajes: los grandes ausentes
En medio de la cautela, las compras grandes prácticamente desaparecen del horizonte de los quiteños. Más del 90% no planea comprar vehículo en lo que resta del año; entre los pocos que sí, 40% preferiría un sedán, 35% un SUV y 10% una camioneta. Las marcas más mencionadas son KIA (26%), Hyundai (17%) y Toyota (17%).
En el caso de los viajes, la historia es similar: 68% no planea salir de la ciudad durante las fiestas de diciembre, principalmente por razones económicas (60%). Quienes sí viajarán, eligen destinos como Estados Unidos, Colombia y Argentina.
Endeudamiento y consumo: dos caras de la misma realidad
La encuesta de Oikonomics dibuja un panorama claro: el crédito en Quito está sirviendo para sostener el consumo esencial, no para expandirlo. El hecho de que un tercio de los préstamos se use para comprar comida y otro cuarto para pagar educación muestra una fragilidad estructural del consumo urbano.
“Para el cierre de 2025, la señal es clara: los quiteños están consumiendo con cuidado y endeudándose solo cuando no hay alternativa”, concluyó Gutiérrez. (JS)




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